Cómo mejorar las relaciones familiares

Los miembros de una familia se caracterizan por haber pasado mucho tiempo juntos, pero eso no siempre es garantía de que exista una buena comunicación familiar.

Así pues… ¿cómo podemos mejorar este tipo de comunicación?

Que aspectos mejorar para una mejor relación familiar

Primeramente se tiene que empezar por trabajar de forma interna para analizar cómo somos nosotros con los demás para que eso se refleje hacia nosotros.

Por ejemplo, un paso importante es saber controlar las expectativas. Esto quiere decir que del mismo modo que esperas que todos nos acepten tal y como somos, nosotros también tenemos que aceptar a los demás tal y como son. No esperes en ningún momento que alguien cambie o que se comporte como nos gustaría. Esta expectativa no es para nada realista. Aceptar a los demás tal y como son es lo que te permite acercarte mejor a todos los miembros de la familia. Es cierto que es un poco complicado cambiar la forma de ser de los demás, pero si es posible cambiar la forma de interactuar con los demás.

Siempre tienes que al menos intentar comunicarte de una forma adecuada y con mucho respeto, sin evadir los derechos de los demás pero sin que nadie falte a los tuyos en ningún momento. La comunicación asertiva es una comunicación positiva, directa, clara y afectuosa.

También tienes que ser bastante flexible como en todo relación humana. Recuerda que toda persona cambia, las relaciones cambian, aclara el pasado o en un ideal solo no deja avanzar. Recuerda que diferente no quiere decir que sea peor, todas las relaciones pasan por distintas etapas y tienen una cierta evolución, trata de sacarle el mejor partido a cada momento.

Escucha y observa la situación

Toda relación humana tiene conflictos, aunque sean pequeños. ¿Cuáles son los problemas que percibes? Hay algunos que no se pueden resolver, porque están más allá de la capacidad humana, pero otros pueden mejorarse. Además, fíjate cómo se tratan esos problemas: ¿se esconden, se habla de ellos, se dejan siempre de lado?

Claves para tener una familia feliz

De ser posible tienes que cenar junto con tu familia  la mayoría de días, pero en el caso de tener una agenda complicada tienes que planificar un día en especial para reunirte a comer con la familia.

Al menos un día a la semana tienes que visitarlo, ir de paseo, jugar o realizar alguna actividad en conjunto.

Saca el máximo provecho cuando estén reunidos en familiar y aprovecha para compartir diferentes experiencias, puedes realizar algunos juegos, mirar una peli, etc.

Dense tiempo para dialogar. La comunicación es muy importante para mejorar y fortalecer las relaciones familiares.

Conoce mejor a tus familiares

Sonará redundante, pero no lo es. Observa lo que hacen tus familiares, y luego pregúntales por qué hacen lo que hacen, y qué les gustaría hacer o lograr. Acércate en un momento de calma, o de alegría, y usa un tono de voz respetuoso y de curiosidad. Deja la altanería de lado.

Modelos comunicativos

Los modelos comunicativos de los miembros de la familia varían. Deben ser tenidos en cuenta, ya que existen diferencias importantes de origen generacional y esto puede generar malentendidos, discrepancias y distanciamiento por falta de conexión y entendimiento, abriéndose así, un abismo entre padres e hijos.

Esto puede deberse, entre otros muchos motivos, a que actualmente la mayoría de padres que pertenecen al conocido “baby boom” (1946 – 1964) han crecido mayoritariamente con la televisión como medios de comunicación y con los llamados “mass media” (cine, radio y prensa). La característica de todos ellos es que el estilo de comunicación es informativo, vertical y de una vía, es decir, de una dirección.

Dado que las diferentes tecnologías transmiten unos determinados valores, esta generación ha adquirido la verticalidad y la organización jerarquizada del discurso televisivo, adquiriendo el rol de receptor, acostumbrándose así a ser agentes pasivos en el acto de la comunicación.

La generación Net

Por su parte, los respectivos hijos pertenecen a la generación de las nuevas tecnologías; algunos estudios lo llaman “generación Net”. Las personas de esta generación son capaces de leer imágenes visuales (visualmente más alfabetizados) son capaces de cambiar su atención de una tarea a otra, el tiempo de respuesta es rápido, y son personas generalmente curiosas e independientes.

Aunque esta generación también ha crecido relacionándose con el televisor, su foco de atención es el ordenador y el teléfono móvil. En el entorno de Internet se mueven como pez en el agua, sobre todo en las redes sociales. En estos entornos, el discurso comunicativo es horizontal, de vía múltiple, activo e inmediato.

El impacto de las nuevas tecnologías

Convivimos a diario con un sinfín de dispositivos que nos permiten comunicarnos con aquellos que viven lejos pero que, a su vez, pueden alejarnos de las personas que tenemos más cerca. Y es que todos hemos vivido escenas en las que varios miembros de la familia, permanecen ensimismados mirando una pantalla sin articular palabra, empeorando así las relaciones interpersonales de convivencia.

Es importante el diálogo en las relaciones interpersonales y aún más en la familia. La comunicación nos sirve para establecer contacto con las personas, para dar o recibir información, para expresar o comprender lo que pensamos y para transmitir emociones. En definitiva, la comunicación nos une y vincula a través del afecto y la empatía.

Por supuesto, no existe una regla básica para la comunicación familiar. Cada familia es un mundo y tiene un lenguaje único. No obstante, para mejorar la comunicación o generar una comunicación fluida entre sus miembros y dada la diferencia generacional, es aconsejable que exista voluntad, interés y disponibilidad principalmente por parte de los padres, con la finalidad de crear una comunicación vivida intensamente por todos.

Ejemplos de conflictos familiares más comunes

A continuación te compartiré una lista de problemas en relaciones intrafamiliares muy comunes en los que se pueden aplicar los consejos aprendidos en el punto anterior.

• Problemas entre hermanos: se trata de uno de los problemas familiares más comunes. En este caso lo más apropiado es abordarlo con comunicación asertiva entre ellos.
• Problemas en la pareja: los problemas de pareja pueden sucederse en cualquier etapa. Es por ello que la comunicación debe trabajarse desde el inicio de la relación. Trabajar la confianza y la sinceridad hará que los conflictos sean mucho más fáciles de responder.
• Conflictos por el dinero: los conflictos económicos son de los más tensos dentro de una familia. Es importante priorizar la tranquilidad al hablar de estos temas ya que cuando hay dinero de por medio es muy fácil perder la paciencia.
• Problemas familiares por salud: cuando existen problemas de salud en la familia, los conflictos son más difíciles de gestionar emocionalmente. Por lo general los problemas se relacionan con la alta demanda de atención, tiempo, dedicación y esfuerzo que requiere lapersona enferma.
• Conflictos con hijos adolescentes: la adolescencia es una etapa difícil de llevar ante los constantes cambios que atraviesan los jóvenes. Las relaciones familiares en la adolescencia pueden cambiar repentinamente a como se está acostumbrado como padre. Estos conflictos siempre serán mucho más fáciles de resolver, si mantenemos una buena comunicación desde la infancia.
• Conflictos por tareas del hogar: sin lugar a dudas mantener una buena convivencia es un tema central de relaciones intrafamiliares. Es importante que todas las personas del hogar colaboren en su medida con la responsabilidades que implica llevar una casa adelante.
• Conflictos por rendimiento académico: esta situación es una de las más comunes entre padres e hijos. En muchas ocasiones los padres reaccionan con enojos lo cual termina siendo contraproducente para que el niño o niña y el problema académico se vuelve más dificil de resolver.

Cómo mejorar una relación

Existen otras formas de mejorar las rrelaciones de familia, aquí te comparto consejos y estrategias para aprender cómo resolver problemas familiares de forma positiva:

¿Cómo es la tu relación con la familia?

Muy buena. Me llevo muy bien con mi familia

Buena. Me llevo bien con mi familia

Regular. No me llevo muy bien con mi familia

Mala. Me llevo bastante mal con mi familia.

Mantente en contacto

Sea que estés viviendo en otra casa, o que tengas demasiadas ocupaciones, el enviar un mensaje de texto te tomará un minuto. También puedes llamar, o sentarte a hablar por cinco minutos durante el almuerzo o la cena, etc. Lo importante es que no te pierdas en la existencia, y les recuerdes que sigues pensando en ellos.

Deja de lado la conexión aparatosa

Cuando se reúnan para algo (por ejemplo, a comer), deja de lado tu computadora, apaga tu celular, y concéntrate en tu familia. No pasará nada si demoras quince minutos en responder algún mensaje, en devolver una llamada o correo electrónico. De última, puedes apagarlo por un rato, luego ir a revisar tu celular, y volver a la mesa (dejando atrás el celular apagado).

Elige tus batallas

En la vida te encontrarás con muchos problemas, y muchas oportunidades para discutir. Analiza si vale la pena el invertir energía y paciencia en reclamar algo y, si es así, prepárate para dar batalla. Debes conocer a esa persona a esta altura, y saber más o menos cuáles son sus tácticas.

Dales alguna sorpresa agradable

El estar en casamientos y cumpleaños no es tan especial, pero sí, quizás, asomarse en la maratón de cinco kilómetros de tu hermana, o en la obra de teatro de tu primo. Aunque no sea exactamente de tu agrado, lo peor que puede pasar es que obtengas una nueva experiencia (y tu pariente vea que, al menos, lo has intentado).

Puede que no funcione a la primera

El mejorar las relaciones familiares requiere que ambas partes estén de acuerdo. Quizás esa persona te deteste por un horrible secreto de su pasado (al más puro estilo de las telenovelas), o que piense que te estás burlando porque recuerda las que le jugaste antes. Si te has burlado de ellos, o les has humillado, o les has causado algún prejuicio, puede que no crean en tus buenas intenciones a la primera. O la segunda. O la tercera. Persevera.