Cómo lograr que tus niños se duerman temprano

Cada noche muchos padres tienen dificultad para acostar a sus hijos. Lograr que un niño o niña duerma sol@ en su cama es difícil, pero no imposible. ¡Te decimos cómo!

Mi hijo se niega a dormir solo

Damián tiene 2 años y sabe que después del baño nocturno, llega la hora de dormir en su cama fuera de la habitación de sus padres; no fue fácil lograrlo, se necesitaron varias noches de discusiones, llanto y muchísima paciencia, pero finalmente consiguieron que el pequeño superara la costumbre de dormir en la cama de los papás.

Como padres primerizos, Jimena y Luis decidieron que si el bebé dormía con ellos (aunque habían comprado una hermosa cuna), facilitaba la hora de alimentarlo por la noche o consolarlo si despertaba llorando en la madrugada.

Sin embargo, esto se convirtió en hábito y generó un problema, pues cada vez que intentaban pasar al pequeño a su cuna, aparecían berrinches, llanto e incluso, discusiones entre la pareja.

Para tener sentados a los niños hay que ponerlos de pie

Muchos estudios psicológicos y neurológicos demuestran que todas las personas, ya sean niños o adultos, no pueden mantener la atención durante periodos de tiempo largos.

La mayoría de estos estudios dicen que la atención mostrada de manera continua por un adulto está en torno a un máximo de 20 minutos, mientras que en niños de primaria el tiempo ronda los 10 minutos, así que no es extraño que los maestros se vuelvan locos cuando tienen que conseguir que los niños permanezcan sentados en clase 50 minutos.

Cómo lograr que un niño duerma en su cama

Conscientes de la importancia de inculcar hábitos de sueño en los niños, Jimena y Luis pidieron consejos al pediatra de su hijo, quien les habló sobre los beneficios de tener en casa niños que duermen solos desde temprana edad.

El médico les explicó que todos los pequeños sienten alguna vez la necesidad de dormir con sus progenitores, mientras éstos también experimentan ocasionalmente el deseo de compartir la cama con sus hijos. En ambos casos, se trata de sentimientos universales que pueden practicarse esporádicamente sin mayores contratiempos, por ejemplo, cuando el niño está enfermo o papá volvió a casa luego de largo viaje y quiere pasar la noche cerca de él.

No obstante, si esto se convierte en hábito, puede perjudicar el desarrollo infantil al interferir en el aprendizaje de la autonomía y favorecer la aparición de trastornos del sueño.

Trucos para que los niños se duerman a la hora

Crédito de la imagen: Freepik

Todo los que tengan o hayan tenido niños a su cargo, saben que los trucos son realmente útiles y facilitan la vida. Antes de las siguientes recomendaciones, recuerda que una buena sesión de actividad física cansará a los niños y los dejará listos para la cama. A continuación, 3 trucos para hacer que los niños se duerman temprano.

Establece una rutina

Crédito de la imagen: Freepik

Los hábitos y las costumbres tienen el poder de modelar el comportamiento. Si los niños deben dormir temprano, nada como establecer una rutina clara y respetarla.

Fija horarios y determina la hora de acostarse y levantarse. Cuida que la última comida sea suave y marca con un baño y/o un cuento el final del día. Evita estimular al niño y haz que vaya poco a poco relajándose.

Prepara las condiciones de la habitación

Crédito de la imagen: Pxhere

Un ambiente apropiado es capaz de inducir el sueño y mejorar su calidad. La habitación debe estar oscura, apenas con alguna luz tenue. La temperatura debe ser apropiada, ni muy fría ni muy caliente. Una vez que se encuentren en la cama, habla bajo y con un tono suave. De esta forma, crearás las condiciones para que el niño perciba que ha llegado la hora de dormir.

Emplea la técnica 4-7-8

Crédito de la imagen: Freepik

Es muy sencilla y la mayoría de los niños a partir de los 2 años y medio puede practicarla. Una breve y divertida preparación bastará para interesarlos.

Consiste en inhalar, retener el aire y exhalarlo luego. Para la inhalación, usa la nariz y cuenta mentalmente hasta 4. Luego retén el aire por 7 segundos y expúlsalo después por la boca, lentamente, contando hasta 8. Esta técnica reduce el ritmo cardíaco e induce el sueño.

Errores a la hora de acostar a tu hijo

Para hacer que los niños duerman solos es aconsejable que el pequeño pase la noche en su cuna y fuera de la habitación de los padres desde el cuarto o quinto mes de vida.

Si el bebé llora, deben indagar primero la causa y, si ésta existe, corregirla (puede ser que deban cambiarle el pañal o darle el biberón si tiene hambre), pero deben evitar llevarle a la cama de los padres para que se tranquilice y los deje dormir.

Una vez que comienzan a caminar, por lo general inician las visitas nocturnas de niños a la cama de sus padres. Por ejemplo, entre los 3 y los 5 años entran a una etapa en la que pueden aparecer pesadillas y terrores nocturnos en niños. Este hecho forma parte de su paulatino descubrimiento del mundo y de su maduración emocional, de manera que no debe minimizarse el sufrimiento que esto les causa, por el contrario, es necesario escucharlos y tranquilizarlos hasta que se sientan comprendidos y apoyados, pero mostrando también firmeza para que sigan durmiendo en su propia habitación.

3. Crear un buen ambiente en el dormitorio

Aunque no lo creamos, una atmósfera adecuada influye directamente en el descanso. Asegúrate de que la habitación tenga una luz adecuada y de que las sábanas sean suaves y cómodas, además puedes perfumarlas con algún olor relajante como la manzanilla o el jazmín.

4. Dejar todo preparado antes de acostar a los niños

De esta forma no tendrás que entrar a la habitación para coger nada. Asegúrate de que dejas todo lo que necesitas preparado. En periodo escolar, es recomendable dejar listo todo lo necesario para el día siguiente, como la ropa, los zapatos o la mochila del colegio, para no ir con prisas por la mañana.

5. Establecer rutinas constantes, pero no estimulantes

Las rutinas de antes de acostarse disminuyen los niveles de ansiedad tanto de niños como de adultos. Algunos de estos hábitos puede ser cenar, leer un cuento, cepillarse los dientes o darse un baño.

6. Intentar que los niños se duerman en su propia cama

A todos nos ha pasado que alguna vez se han quedado dormidos en el sofá o en nuestra habitación, por ejemplo. Debemos procurar que se acuesten despiertos para que puedan conciliar el sueño en su propia cama. De esta forma, serán mucho más autónomos a la hora de dormir y pasar la noche.

7. Evitar los pensamientos negativos antes de acostarlos

No hay que discutir ni hablar de problemas o situaciones difíciles en este momento, ya que los niños pueden llevarse esos pensamientos a la cama y derivar en pesadillas. Lo mismo ocurre con sus miedos o ansiedades, debemos intentar evitar hablar de ello antes de dormir y, por tanto, charlar sobre cosas que les gusten para que sus pensamientos sean positivos y duerman plácidamente durante toda la noche.

8. Premiar su adaptación a la rutina del sueño

En muchas ocasiones necesitamos utilizar algunos trucos para que nuestros hijos incorporen una conducta buena. Uno de los más utilizados en la educación infantil son las recompensas. De esta forma, asocian de forma sencilla lo que está bien y lo que está mal. Para establecer esta nueva rutina del sueño, puedes crear una tabla semanal y premiarle con lo que tú consideres. Verás cómo lo entienden de forma rapidísima.