Cómo entrenar a un perro para que sonría

Entrenar a una mascota es una de las responsabilidades que asumimos al meterlas en nuestra familia. Si acabas de hacerlo, seguramente te estés preguntando cómo entrenar a un perro. Realmente es un proceso relativamente fácil si lo haces de la forma más adecuada, aunque no dudes que te llevará algo de tiempo y requerirá paciencia. ¡Pero es muy importante que lo hagas! Te contamos cómo.

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Sofía Ferreira

¿Si soy mujer no puedo tener perros? Lo digo porque dijiste «macho alfa» y no dijiste nada de «hembra alfa» ¿Si soy mujer mi perro no me hará caso y me morderá cuando quiera?

Gelu

Vaya con el feminismo, no se cuela ni una (y lo digo como mujer joven, independiente y de pensamientos propios y abiertos)

¿A qué edad conviene entrenar al perro?

Los perros son catalogados por la mayoría de las personas como «el mejor amigo del hombre»; son animales fieles, sociables y muy cariñosos que se adaptan a cualquier entorno. Como animales domésticos que son, es bastante fácil entrenarlos.

Algunos especialistas entrenadores argumentan que los perros son más fáciles de entrenar cuando son cachorros, luego de 6 a 7 semanas de nacidos; sin embargo, otros aseguran que se pueden entrenar mucho más pequeños. Hacerlo en esta edad evita que el animal tenga hábitos aprendidos difíciles de quitar.

«Entrenar a un perro desde pequeños evita que el animal tenga hábitos aprendidos difíciles de quitar.»

Un perro entrenado es bueno tanto para el mismo como para el dueño, y solamente tomará un poco de tiempo si se hace correctamente.

2. Toda la familia debe entrenar igual al perro

La llegada de un amigo peludo va a llenaros de felicidad a todos, de eso no cabe duda; pero también, de responsabilidades.

Si tú quieres que el cachorro duerma en la cocina, pero tu hijo lo secuestra a hurtadillas y se lo lleva a la cama, sólo conseguiréis generarle confusión. Nuestra mascota no entenderá por qué con unos sí y con otros no. Esto solo nos conducirá a una mala educación para nuestro perro.

Todos los integrantes de la familia deben tener claras las normas que debe obedecer el perro. Lo ideal es que entre todos decidáis cuál va a ser la conducta a seguir.

• Consejo extra: haced una lista y pegarla en la nevera. ¡Así no habrá olvidos repentinos!

1. Organiza las sesiones

El aprendizaje es un proceso que requiere esfuerzo, tanto por tu parte como por la de tu perro, y lleva tiempo. Por eso, no tiene sentido que le agobies con largas y duras sesiones de entrenamiento, lo único que conseguirás será que pierda el interés.

Lo ideal son sesiones diarias de 10 a 20 minutos de duración, establece una rutina diaria y escoge un momento en el que tu perro esté contento, tranquilo y receptivo para aprender y jugar. Evita obligarle a ello cuando esté asustado, nervioso o enfermo.

2. Sé paciente y amable, pero firme

Tu perro tiene que entender que tú eres el líder de la manada, si no, será imposible que logres que te haga caso. Los perros necesitan disciplina, ¡pero esto no significa que debas ser violento o agresivo con él! Todo lo contrario: nunca grites ni pegues a tu perro, se asustará y empezará a percibir las sesiones de juego como algo negativo, además de perder la confianza en ti.

3. Utiliza el refuerzo positivo

Es muy importante, si quieres saber cómo entrenar a un perro, que sepas que el adiestramiento tradicional basado en el castigo no es nada recomendable. No se ha demostrado que dé mejores resultados que el entrenamiento en positivo, sino todo lo contrario. Además, asusta a los perros y les hace sufrir. No seas cruel con tu mascota.

Premiar los avances y aciertos de tu mascota es mucho más efectivo que castigar sus fallos. Por eso, ofrécele una galleta, palabra amable o caricia cuando haga algo bien. Sé paciente, como te gustaría que fueran contigo si te estuvieran enseñando a ti algo. ¡Todo aprendizaje lleva tiempo!

4. Ve poco a poco

Comienza enseñando a tu perro cosas sencillas, como sentarse, tumbarse, venir cuando dices su nombre y quedarse quieto. Esas órdenes básicas te servirán después para entrenarle en órdenes más complejas y todo tipo de juegos.

Como decíamos, lo ideal es dedicar un ratito corto al día, especialmente si es un cachorro. Si tu perro es adulto puedes alargar un poco más las sesiones, pero nunca más allá de lo que tu perro pueda aguantar. Si ves que está cansado o que ya pierde la concentración, es mejor dejarlo.

Para afianzar los conocimientos, vuelve a practicar cada día e introduce una nueva orden una vez a la semana. Cuando ya sepa varias órdenes, no olvides dedicar los primeros minutos de entrenamiento a hacer un breve repaso de lecciones pasadas. Si no, ¡podría olvidarlas!

6. Cómo adiestrar a tu cachorro en positivo

A lo mejor no lo sabes, pero está demostrado que es más eficaz adiestrar reforzando las conductas positivas, que evitando las negativas. Si a tu perro solo lo riñes por una mala conducta y no le valoras lo que hace bien, se desmotivará. Eso no significa que nunca lo riñas, pero debe aprender lo que está bien y lo que está mal.

Todos relacionamos el premiar con dar una golosina a un perro. Efectivamente, es un refuerzo estupendo, pero no es el único que debemos usar:

• Las caricias: hemos llamado a nuestro perro y ha venido, sonríe y acaríciale el lomo.

• Los halagos: acaba de obedecer una orden, dedícale unas palabras bonitas en un tono de voz dulce.

Sigue informándote sobre este tipo de educación siguiendo el refuerzo positivo. Es sin duda la práctica que recomiendan los profesionales: etólogos y educadores caninos.

• Truco de adiestramiento: puedes empezar a adiestrar al perro con golosinas, a medida que vaya aprendiendo, puedes sustituir la golosina por caricias y halagos.

5. Sé paciente, cariñoso y comprensivo

La confianza entre tú y tu perro es fundamental. Para afianzarla, trátale siempre con respeto y ten mucha paciencia con él, ¡cada uno aprende a su ritmo! Con cariño y paciencia todo se consigue.

¡Ya sabes cómo entrenar a un perro! Si acabas de adoptarlo y aún no sabe ninguna norma de comportamiento básica, te aconsejamos que eches un vistazo a nuestros artículos para enseñar a un perro a sentarse y a tumbarse.

7. No tengas un entrenamiento contradictorio

Nos encontramos ante un fallo clásico a la hora de educar a un perro: reñirle cuando ha hecho algo bien. Tras leer eso, seguro que has pensado: «Si mi perro hace algo bien, lo premio».

Imagínate que ya piensas que tu perro te va a obedecer siempre cuando lo llames.

Bajáis al parque, estáis jugando con la pelota un buen rato hasta que te llaman por teléfono. Debes volver a casa. Llamas a tu perro, pero no viene. Lo vuelves a llamar, sigue sin venir. Te impacientas. Vuelves a llamarlo, nada. Te enfadas. Llamas a casa para explicar que no puedes coger al perro (casi seguro que escuchas algo así: «ya te decía yo que le consentías mucho»).

Al rato, el perro viene y cómo no, le riñes. Por desgracia, lo único que hemos conseguido es que la próxima vez tarde más en volver. Al principio, cada vez que lo llamemos siempre debe ser porque hay una respuesta positiva detrás.

• Ojo: Debemos premiarlo cuando lo hemos llamado y ha acudido, no porque él quiera acercarse.

10. Aprende a reñirle adecuadamente

En algunos momentos, nuestro cachorro actuará de una manera inadecuada. Ya hemos comentado antes, que desde Expertoanimal recomendamos siempre el refuerzo positivo. No sólo va a ser mucho más divertido para tu perro y para ti, sino que aprenderá mejor y más rápido.

No obstante, si queremos que nuestra mascota entienda que algo no debe hacerse, bastará con decir la palabra “no”. Con nuestro tono se lo estamos diciendo todo, no hace falta alargarse en la regañina, tampoco gritar, ni hacer aspavientos. No os preocupéis, vuestro perro lo captará a la perfección sólo con esa palabra.

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