Cómo cultivar lavanda bajo techo

La planta de lavanda es perenne y puede llegar a producir durante más de una década, su nombre científico es Lavandula angustifolia, nativa de la región mediterránea es muy utilizada en la fabricación de aceites esenciales para la producción de productos de perfumería y aseo. Son muchas las personas interesadas en conocer como plantar lavanda debido a que es muy apreciada para utilizarla como planta ornamental en jardines, siendo muchas las variedades de lavanda utilizadas con este propósito.

Son muchos los apicultores interesados en como cultivar lavanda debido a que la miel producida por estas abejas es de primear calidad

Las flores de lavanda son utilizadas como una fuente de alimento para las abejas productoras de miel, ya que se le considera a la miel producida con esta planta como uno de los néctares de mejor calidad. También se utiliza las flores para dar sabor y aroma a una variedad de platillos entre los que se incluye a las salsas, ensaladas,  jaleas, helados y en menor cantidad en el vino y vinagre, con este fin también son utilizadas las hojas.

Son muchos los cultivos de lavanda, sin embargo la especie más utilizada es la Lavandula angustifolia, debido a que produce  un aceite esencial de mejor calidad. Si se aplica los cuidados necesarios sobre como sembrar lavanda puede llegar a medir de entre 30 cm a 2 m de longitud, esto depende mucho de la especie utilizada. Sus flores son muy pequeñas y pueden ser de color púrpura, rosa o blanco.

Consejos para saber como plantar lavanda correctamente

Clima adecuado

Esta planta llega a crecer en un clima relativamente seco, a pesar de esto es bastante tolerante a diferentes temperaturas, sin embargo no es capaz de desarrollarse correctamente en climas muy húmedos o fríos. El cultivo de esta planta necesita de luz solar directa, al menos durante unas horas diarias.

Terreno para el cultivo de lavanda

Un punto a tener en cuentas sobre como plantar lavanda es utilizar un suelo que este bien drenado, ligero y moderadamente fértil, con un pH de entre 6.5 y 7.5. El tipo de suelo ideal son los calcáreos.

Riego adecuado para la planta de lavanda

Esta planta es muy sensible al exceso de agua, es por esta razón que un consejo sobre como cultivar lavanda, es mantener al suelo ligeramente húmedo, esto llega a ser de especial interés durante la fase inicial de crecimiento. Una vez bien desarrollada, el cultivo de lavanda resiste a la sequía y puede ser regado en menor cantidad.

Sustrato para la lavanda

Tanto si vives en un clima calido y seco como si vives en una región costera y fría, la lavanda requieren básicamente de los mismos cuidados, un suelo adecuado y una ubicación soleada. Las plantas de la lavanda necesitan recibir sol directo por lo menos durante 6 horas al día.

La lavanda, al igual que el romero, requiere de un sustrato alcalino (es decir con un pH alto) y bien drenado para la mayoría de variedades. Si el sustrato es ácido, puedes optar por añadir alguna sustancia alcalina como la cal para elevar el pH, aproximadamente un puñado de cal por metro cuadrado a principios de primavera debería ser suficiente para aumentar el pH.

Para asegurar un buen drenaje, puedes mezclar a partes iguales tierra con arena de río. Los suelos que no drenan suficiente, generan tierras muy húmedas. La lavanda no tolera bien la humedad, especialmente en invierno, donde puede tener un efecto muy malo en la planta con las heladas, en la que el agua se congelará y estropeará las raíces.

Cultivo de lavanda en maceta

La lavanda se puede cultivar a partir de semillas o de esquejes. Las semillas deben colocarse sobre un suelo arenoso y cubrirse ligeramente con una capa de perlita. Deberían brotar en dos o tres semanas. Los esquejes deben tomarse de las plantas justo debajo de un nódulo (donde un conjunto de hojas se unen al tallo), se sumergen en la hormona de enraizamiento y se plantan en un suelo cálido, húmedo y arenoso.

Para cultivar la lavanda en maceta, es importante elegir el contenedor adecuado y la mezcla para macetas ideal. A la lavanda no le gusta estar en un lugar húmedo, pero sí necesita agua. Esto significa que un buen drenaje es esencial para el cuidado de la lavanda. Elije un contenedor que tenga muchos agujeros de drenaje. Si solo tiene uno o dos, perfora algunos más.

Si planeas cultivar lavanda en interior, necesitarás un platillo para atrapar el agua, pero evita las macetas con platillos adheridos al fondo. Elije una mezcla para macetas arenosa, alcalina y bien drenada.

Advertencias

• La lavanda es propensa a que se le pudran la raíces. Para evitarlo, no la riegues en exceso. Sobre todo en invierno, riega lo mínimo.

El riego de la lavanda

La lavanda es una planta fácil de cuidar en lo que a riego se refiere. En plantaciones extensas, la lavanda puede aguantar la ausencia de agua y aguantar la época de lluvias siempre y cuando sean de 300ml anuales. Únicamente requerirá el riego en el momento en que se plantan los esquejes y durante el tiempo en que se forman las raíces.

Si se la lavanda recibe un riego moderado durante los meses de crecimiento, la planta doblará el tamaño de las que crecen en secano. El riego más indicado para estas plantas es el gota a gota y deberá descartarse siempre el riego por aspersión ya que la planta puede desarrollar hongos y enfermedades. La planta aguanta bien lluvias abundantes siempre y cuando la tierra drene bien y la zona no se encharque.

En la lavanda plantada en maceta, necesitará un riego regular una vez a la semana o cada 10 días, sobre todo en la época más cálida. En la época de inactividad, puedes espaciar más los riegos.

Cuidados de la lavanda

Se debe retirar aquellas plantas invasoras ya que compiten por recursos y nutrientes. También se debe retirar periódicamente aquellas ramas viejas que se vuelven leñosas, para mantener a la planta saludable.

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Categorías: Siembra y cultivos

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¿Debo abonar la lavanda?

La lavanda requiere de poca fertilización externa, aunque algunos nutrientes favorecerán la floración. Puedes abonar con un poco de potasa alrededor de la base de las plantas, lo que animará la floración y mejorará el color de la flor. Evita los abonos orgánicos como estiércol o piensos de alta concentración de nitrógeno. Estos componentes harán que tu lavanda crezca débil y con los tallos abiertos.

Abonar la de manera inadecuada estimulará el crecimiento de demasiadas hojas y hará las flores menos fragante. Curiosamente, un suelo no demasiado abonado estimula la concentración de aceites esenciales en la planta y resultará en unas flores más olorosas.

Sólo se aconseja añadir algo de fertilizante en la lavanda plantada en maceta o en tierras muy muy malas. Siempre que utilices fertilizante, házlo a un tercio de la potencia recomendada por el fabricante.