Siete razones por las que un hombre no se casaría con una mujer

La sociedad todavía está dormida frente a los castigos físicos hacia los hijos. Es una práctica muy arraigada que no está del todo mal vista según qué casos, pero que provoca daños y acarrea consecuencias tanto físicas como psicológicas en los más pequeños.

Como personas adultas, como padres responsables y amorosos que aspiramos a ser, debemos saber que pegar a los niños es una conducta totalmente reprobable que no conduce a nada bueno. Hay alternativas al cachete, se puede educar sin pegar. Te damos siete potentes razones por las que jamás debes pegarle a un niño.

Demuestras que has perdido el control

Como adultos, somos los padres quienes debemos tener el control de la situación. Y por control, no digo ejercer el autoritarismo, sino tener la capacidad de guiar al niño y explicarle cuáles comportamientos son adecuados y cuáles no en cada situación.

Los padres somos los pilares de nuestros hijos, sus referentes. Al pegarles, les estamos demostrando que hemos perdido el control y ese referente se derrumba, nos desfiguramos como autoridad.

Entiendo que muchas veces es difícil mantener el control, todos somos padres y tenemos malos días. El cansancio, el estrés…. a veces nos dan ganas de explotar, pero ¿es que acaso no somos capaces de controlarnos antes de levantar la mano? Debemos ejercitar el autocontrol, contar hasta 10 (o hasta 100 si es necesario) antes de explotar como un volcán en erupción y pagar la falta de autocontrol con nuestros hijos.

El amor está en el cerebro

De acuerdo al doctor Eduardo Calixto González, Doctor en Neurofisiología y Fisiología Cerebral en la Universidad de Pittsburgh, es la actividad cerebral la que interviene en el proceso de enamoramiento y la que determina que hombres y mujeres nos enamoremos distinto.

Según el experto, en el enamoramiento entra en juego sustancias químicas como la dopamina, que generan reacciones en las neuronas. Esta sustancia hace que, al liberarse en el cerebro, se produzca una activación en la corteza prefrontal relacionada con el razonamiento, es por ello que durante este proceso se borran los aspectos negativos de la persona que nos gusta.

Hombres y mujeres nos enamoramos de diferentes formas. Mientras ellos se rigen en primera instancia mucho más por lo visual, nosotras buscamos ver todo el conjunto. El especialista asegura que las mujeres realizamos evaluaciones biológicas, físicas y psicológicas para encontrar pareja, mientras que a ellos su cerebro les indica que la cuestión física es muy importante, porque a nivel biológico les asegura la perpetuación de la especie.

Es un mal camino para resolver los conflictos

¿Qué les estamos transmitiendo a los niños si les damos una colleja, una bofetada o un tirón de pelo ante un comportamiento que consideramos inadecuado? Que de esta forma de zanjan los problemas.

De esta forma, sólo priorizamos la violencia ante las palabras como una manera de resolver conflictos. Si hay un problema lo hablamos de forma civilizada, si ha hecho algo con lo que no estamos de acuerdo, se lo explicamos. Si no es el mejor momento de hacerlo, esperamos hasta que las aguas se calmen y luego conversamos. Hay muchas opciones frente a los azotes, y desde luego, mucho más educativas.

Pero no es sólo cuestión de buen físico

Aunque la ciencia diga que los hombres se fijan en primera medida en el físico de la mujer, y ello no lo podamos cambiar, nosotras también sabemos que ellos con el tiempo se enamoran de otras cuestiones.

Sabes que un hombre está enamorado de tí cuando siente que puede cuidarte, que puede hacerte feliz. Un hombre enamorado se ve a kilómetros de distancia, y sabemos muy bien que ese enamoramiento nada tiene que ver con los estándares de belleza que marca la cultura y la sociedad.

La violencia llama a la violencia

¿Cómo podemos decirle a un niño que está mal pegar a otro niño si nosotros lo hacemos con ellos?. Es una manera de justificar la violencia, de normalizarla a través de la incoherencia y la autoridad mal entendida. Yo lo hago contigo, pero tú no debes hacerlo con los demás. ¿Cómo?

Está demostrado que los niños expuestos a la violencia en el hogar se convierten en niños violentos. Lo ven en casa y lo asimilan como algo normal. Educar en la no violencia es un camino que se empieza a recorrer desde el día que nacen, o incluso antes, desde el vientre materno.

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¡Ellos también saben decir no! Descubre sus motivos para negarse a una noche de placer

Las mujeres tenemos la idea errónea de que los hombres siempre están dispuestos a tener sexo; sin embargo, estamos muy equivocadas. Aunque no lo creas, existen algunas razones por las que ellos pueden decir “no” a una noche de placer.

1. Nervios

Cuando una chica es muy atractiva, los chicos suelen sentir nervios, pues creen que no llenarán las expectativas.

2. ETS

Si cree que puede tener una enfermedad de transmisión sexual (ETS), no dudará en alejarse de su pareja. El miedo de una infección hará que evite cualquier tipo de contacto sexual.

3. Busca algo más que sexo

Si se rehúsa a tener sexo en la primera cita, esto quiere decir que no busca una noche de pasión, al contrario, quiere algo serio.

4. Inhibición de la líbido

El consumo frecuente de antidepresivos y alcohol pueden disminuir su apetito sexual.

5. Estrés

Las presiones y experiencias estresantes son dos causas que disminuyen sus ganas de tener sexo.

6. Condón

Los hombres responsables huirán del sexo si no tienen a la mano un preservativo, aún cuando esto signifique perder su única oportunidad de estar con la chica que tanto les atrae.

7. Insatisfacción

La monotonía en la cama es otro de los principales síntomas de que un hombre no es feliz en una relación, de ahí su falta de interés sexual.

De acuerdo con David McKenzie, terapeuta sexual de la American Association of Sexuality Educators (AASECT), otras razones por las que los hombres se niegan a tener sexo es el mal olor de la mujer, depresión, autoestima baja y la disfunción eréctil.

Si sientes que tu relación atraviesa por escasez de sexo, lo mejor es que enfrentes la situación y platiques con tu pareja. La comunicación es primordial en un noviazgo o matrimonio exitoso

No es un método educativo

Pegar a los hijos nos deja en evidencia lo poco creativos que somos como padres. Lo fácil es dar un cachete o un azote, pero sólo resuelve en el momento a través del miedo, pero no modifica el comportamiento del niño.

Evitará hacerlo para no volver a recibir un azote, pero no entenderá por qué no debe hacer eso o aquello. Lo complicado, pero nuestra responsabilidad como padres, es utilizar recursos educativos que corrijan comportamientos de manera respetuosa. Hablar, dialogar, explicar y no sólo recursos ante la acción ya realizada, sino también herramientas que prevengan los malos comportamientos.

Daña la personalidad de los niños

Los gritos, las humillaciones, y por supuesto, pegarles deja una huella imborrable en la personalidad de los niños. Es verdad, muchos hemos recibido algún azote de pequeños y no nos ha pasado nada, o eso queremos creer, pero las marcas están ahí. Hubiese sido mejor no recibirlos.

Pero ahora somos adultos y somos capaces de mirar de frente los errores que han cometido nuestros padres. ¿Es ese el modelo que queremos seguir con nuestros hijos?

El maltrato produce cambios en el cerebro. Ya sé que un azote no es lo mismo que una paliza, pero nos hace perder la línea de una educación respetuosa (¿dónde está el límite?). La violencia les hace sentir indefensos y humillados y provoca daños en su autosestima.

1  Todo el conjunto

De acuerdo al Doctor Eduardo Calixto González, a un hombre le toma de 8 segundos a 12 minutos evaluar a una mujer para que su cerebro procese esa selección. En ese tiempo, aunque la dopamina haga lo suyo y evalúe en primera instancia la cuestión física, también tendrá en cuenta otros aspectos generales.

Así, tu forma de ser, tu voz, tu actitud ante ciertas circunstancias, pueden dejarlo fascinado, o alejarlo para siempre.

Nadie se merece que le peguen

Pegar está mal, sea quien sea. Porque sean nuestros hijos no significa que tengamos permiso para pegarles. No se pega ni a tu mujer, ni a tu marido, ni a tu pareja, ni a tus padres, ni a tus hijos. Son lo que más queremos, ¿verdad?

Así como no le daríamos una colleja a nuestra pareja ante una mala contestación, o a un compañero de trabajo por algo que nos ha molestado, ¿por qué nos creemos con la potestad de hacerlo con nuestros hijos? La violencia contra la mujer nos parece terrible, ¿por qué lo justificamos cuando se trata de niños?. Hablamos de niños indefensos, que además son nuestros hijos y debemos proteger y educar con cariño.

2  Tu forma de ver la vida

A los hombres les atrae ese tipo de mujeres cuyo pensamiento acerca de la vida coincida con el de él, o simplemente que sea tan opuesto que le abra un nuevo mundo ante sus ojos.

Así puede quedar prendado por tus ideales, o por tus conversaciones sobre política, o sobre tu historia de vida. A los hombres les atraen esas mujeres que pueden hacerle ver la vida de otra manera.

Porque es delito

Además de no ser un método educativo y provocar daños físicos y emocionales en los niños, en resumen, todo lo que hemos explicado en los puntos anteriores. Pegar a los hijos está prohibido por ley.

Ya sea un azote en el culo, en el pañal, un toque correctivo, o el tan conocido «cachete a tiempo», pegar a un niño es delito. Hay una ley que lo reprueba.

Desde el año 2007 el Código Civil eliminó la última frase del artículo 154: » podrán también corregir razonable y moderadamente a los hijos». Por su parte, el artículo 153 del Código Penal prohíbe el castigo físico violento.

Fotos | iStockphoto y ellyn. en Flickr

En Bebés y más | Por qué pegar a los niños es un mal negocio (para lo niños)

3  Las ganas de protegerte

Los hombres son protectores por naturaleza. Y aunque sabemos que somos fuertes y libres y no necesitamos protección del varón, no podemos negar que hay algo prístino e interno que nos hace sentir seguras y confiadas cuando un hombre quiere cuidarnos.

Cuando un hombre siente deseo de protegerte, se está enamorando. Algo le dice que quiere cuidarte, y que eres su tesoro. Si él siente ese deseo, no podrá negar que ha caído en las redes del amor.

4  Siente que puede aportar algo a tu vida

Un hombre se va enamorando de una mujer cuando siente que ésta es feliz a su lado. A los hombres les gusta complacer por naturaleza. Es por ello que no hay nada más gratificante para ellos que ver feliz a la mujer que ama, pues se sienten vencedores.

Cuando te muestras feliz, disfrutas su compañía, y te sientes interesada por él, este será un factor preponderante en que su cerebro le diga “¡Ey!, ¡ésta es la chica!”

5  La forma en la que se siente a tu lado

Tal vez él no pueda explicarlo, pero cuando siente que estar a tu lado le irradia paz, o sentimientos de alegría, pasión y emoción, probablemente comience a enamorarse (o ya lo esté, perdidamente).

Cuando valoras sus actitudes, le dices cuánto te agrada ello de él, cuando validas sus sentimientos y lo acompañas, no podrá dejarte ir, pues sentirá que eres un diamante en bruto. Ellos valoran sentirse aceptados y amados, por lo que este será un punto clave para que el amor se profundice.

6  Eres auténtica

Finalmente, no hay nada que enamore más a un hombre que una mujer auténtica y segura de sus ideales. Cuando no buscas todo el tiempo ser como otra, o hacer lo que hace otra mujer, y en cambio sólo sigues tus convicciones, estás demostrando que eres una mujer segura de lo que quiere en la vida.

A los hombres les gustan las mujeres que miran hacia adelante y que son auténticas en su accionar. Ello los hace sentir más seguros y confiados. Y se enamorarán locamente de esa libertad que tienes de ser como eres.

No hay una fórmula exacta que enamore a un hombre, pues cada uno se enamora de manera diferente, aunque muchos comparten varios de los puntos mencionados.  Lo importante es ser tú misma y dejar que un hombre se enamore de tí por quien eres. Lo demás fluirá libremente. Y si es amor, se quedará para siempre.

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